La muerte es la oportunidad última de percibir por ti mismo la verdad completa que subyace a la existencia.

lunes, 31 de marzo de 2008

Descansando en la paz natural :Dzogchen Beara



Dzogchen Beara un lugar donde la mente exhausta puede descansar en la paz natural. Sogyal Rimpoché lleva la dirección de este lugar para aliviar el sufrimiento y satisfacer las necesidades espirituales olvidadas por occidente.

martes, 25 de marzo de 2008

La naturaleza de la muerte

La muerte y la madre Un corto de Ruth Lingford, basado en el cuento "historia de una madre" de Hans Christian Andersen.


Una parabola del Buda
La esposa de un hombre rico llamado Kisangotami enloqueció cuando supo que su pequeño hijo había muerto. Su mal era tan terrible que no escuchó las palabras que sus familiares le decían, y salió de casa con el cadáver del menor en los brazos para buscar a un médico que le devolviera la vida.
La gente del pueblo lloraba incesantemente al ver tan terrible espectáculo, mas no podían hacer algo para consolar a la desdichada mujer.
Uno de los discípulos de Buda la vio tan desconsolada, que no pudo evitar aconsejarle que fuera a Jetavana, ciudad donde se encontraba Buda y le pidiera ayuda. La mujer le hizo caso y de inmediato viajó hasta esa ciudad, cargando a su hijo muerto.
El gran iluminado la tuvo frente así y la miró con calma; luego le dijo: “Mujer, para curar a tu hijo es menester que consigas algunas semillas de mostaza. Ve a la ciudad y pide que te las regalen. Pero quien lo haga debe cumplir con una condición: en su casa nadie debe haber muerto nunca”.
La madre se alejó precipitadamente de aquel sitio y fue en busca de las semillas que le devolverían la vida a su querido hijo. Encontrar las semillas no era tan difícil, pero en vano buscó una casa donde nadie hubiera muerto.
Con el paso de los días, por fin comprendió la intención de Buda y sintió que despertaba de un profundo sueño y que volvía a la realidad y al entendimiento.
Tomó el frío cadáver de su pequeño y lo llevó a sepultar, después regresó ante Buda y se hizo su discípula.

jueves, 20 de marzo de 2008

Saber vivir, saber morir

Raimon Panikkar,filósofo y teólogo español nacido en Barcelona. Hijo de un industrial indio radicado en Catalunya y madre catalana amante de las artes, fue ordenado sacerdote en 1946 y ha sido profesor en las universidades de Madrid, Roma, Montreal, Harvard y Santa Bárbara en California.

Actualmente se considera un católico ecuménico abierto al diálogo interconfesional, y es una autoridad internacional en espiritualidad. Su obra, traducida a varios idiomas, aparece en las bibliografías de las más importantes universidades del mundo.



¿Cómo solucionar la aparente contraposición entre la muerte y la continuidad de la vida?

"A esto quiere responder la metáfora sobre la gota de agua que cae al mar, que sería el morir, como describen tantos poetas orientales y occidentales. Ningún hombre puede hacer la experiencia de la muerte, sino sólo imaginarse el morir –y experimentar el dolor por la muerte del ser amado. Si nos empeñamos en ser sólo gota, al fundirnos en el mar nuestra gota desaparece.

Pero si nos descubrimos no como gota, sino como agua, comprendemos que nuestra agua no desaparece, ni siquiera deja de ser “esta agua”. El concepto agua no tiene límites ni fronteras, pero se trata de nuestra agua concreta y no de un concepto.. La gota es el individualismo; el agua es nuestro verdadero ser."

Raimon Panikkar

viernes, 7 de marzo de 2008

Consciencia de la muerte

"Sólo el hombre que ha tomado consciencia de la muerte es capaz de comenzar a disfutar la vida.". Claudio Naranjo nos habla de esta verdad en un diálogo en un centro comercial...




Un guerrero piensa en su muerte cuando las cosas pierden claridad. Para la mayoría de la gente, la muerte es muy vaga y remota. Jamás pensamos en ella.

¿Por qué no? ¿Por qué hacerlo?

Muy sencillo. Porque la idea de la muerte es lo único que templa nuestro espíritu.

"Ya cuando el conocimiento se convierte en algo que da miedo, el hombre también se da cuenta de que la muerte es la compañera inseparable que se sienta a su lado en el petate. Cada trocito de conocimiento que se vuelve poder tiene a la muerte como fuerza central. La muerte da el último toque, y lo que la muerte toca se vuelve en verdad poder.

"Un hombre que sigue el camino del guerrero se enfrenta en cada recodo con la aniquilación inminente, y sin poder evitarlo se vuelve terriblemente consciente de su muerte. Sin la conciencia de la muerte no sería más que un hombre común envuelto en actos comunes. Carecería de la potencia necesaria, de la concentración necesaria que transforman en poder mágico nuestro tiempo ordinario sobre la tierra.

El camino del guerrero